26 de agosto de 2008

Poner el cazo.


En un disco de hace un par de décadas, en la funda de papel que protege al vinilo, aparece el mensaje que puede verse en la fotografía. El mismo es prueba de que, a pesar de que aquellos fuesen tiempos de walkmans y de ordenadores Spectrum y estos de iPods y aparatos informáticos de ciencia ficción, el utensilio que permanece siempre vigente es el cazo. Y ponerlo para arramplar la mayor cantidad de beneficios posibles, una práctica imperecedera en el mundo de la cultura.

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