Mi abuelo decía que la vida es de los que arriesgan y de los que madrugan. Yo, tratando de aunar en una sola acción este consejo, desde que volví de vacaciones, he decidido levantarme para ir a trabajar sin utilizar el despertador. Y la vida, de momento, no es que me vaya mucho mejor; lo único que me he ganado, eso sí, han sido unos cuantos apercibimientos por fichar tarde.
9 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Esto es mentira. Usted pone el despertador para arreglarse las patillas.
Su ego no tiene límites.
Uno de su círculo.
Uno de mi círculo, que además acentúa correctamente. Eso cierra mucho el círculo...
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